Facundo Arana volverá al Everest, por la revancha.Foto:Gerardo Viercovich
Solo, al borde de la muerte, a su suerte, en un país muy lejos de casa, así se sintió Facundo Arana, en 2012, cuando un edema cerebro pulmonarlo recluyó en un hospital de Nepal, sin compañía alguna, luego de soñar con subir al monte más alto del mundo, el Everest. Su aventura ideal había durado sólo 10 días de caminata hacia el campamento base, pero su salud lo obligó a autoevacuarse en helicóptero. Hoy, ese objetivo, de 8850 metros de altura sobre el nivel del mar, es el que entusiasma el actor en cada palabra al contar la novedad: volverá a viajar al Himalaya, por la revancha.
En el coqueto bar sobre la calle Figueroa Alcorta, Facundo habló con LA NACION sobre sus razones para animarse a volver, cómo se entrenó y cuál fue la reacción de su mujer, María Susini, ante la propuesta del viaje que lo alejará de su familia por dos meses.
-En 2012, estuviste en peligro, ¿cómo resurgen tus ganas de subir al Everest?
-Tiene que ver con una cuestión muy personal que es no quedarme con la sensación de ir a un lugar a pasarla bien y que mi recuerdo sea que me tuve que bajar evacuado en helicóptero y solo. Ahora quiero que la cima sea volver al Everest. Después de eso, el mejor programa va a ser volver bien a mi casa. Son dos meses que voy a estar lejos de acá.
-En su momento la pasaste mal, ¿te quedó algún miedo de esa experiencia?
-Miedo no tengo. Estoy yendo con todo un equipo de profesionales, hay un médico y expertos en montaña. Yo no voy como profesional, pero ahora me siento más seguro. En 2012, me dijeron que tenía que tener una compañía de rescate y yo contraté una de los Estados Unidos, el folleto era increíble. Cuando me agarró el edema pulmonar, en campamento base, los llamé y me dijeron: "Usted tiene un edema, sabe que tiene bajar. Baje". Llamé solo a un helicóptero y me autoevacué. Cuando bajé y me agarró el edema cerebro pulmonar, me dejaron a gamba, no vinieron a buscarme y yo tenía 24 horas para que ese edema no me convirtiese en un chico muerto. Entonces, ahora voy con una compañía de asistencia que ya se ocupó de saber por dónde voy a subir, con quién voy y planificaron la logística por si pasa algo que no espero. Porque, justamente, cuando te vas de viaje a hacer algo de deporte, no te vas pensando en que te va a pasar algo.